Ermita Virgen del Puerto de Plasencia
La ermita de la Virgen del Puerto, patrona de la ciudad de Plasencia, se ubica en el monte de Valcorchero, a unos 5 kilómetros de la ciudad. Es un santuario muy tranquilo a donde se dirigen los placentinos y comarcanos el domingo de cuasimodo (domingo posterior al domingo de Resurreción) a celebrar su romería.
Cuenta la leyenda que un pastor encontró la imagen enterrada en el lugar donde hoy se encuentra el cancho de las tres cruces, pero la Virgen quería que su ermita se alzara sobre el puerto del camino de Castilla y allí trasladaba los materiales que llevaban los vecinos.Por haber aparecido la Virgen entre Canchos, a esta imagen se la conoce popularmente como La Canchalera.
Durante siglos la ermita y su convento, hoy regido por los Siervos de María, se ha ido levantando “a costa de la devoción” de los placentinos, de tal manera que han sido muchos los pleitos históricos entre obispado, parroquias y concejo sobre la ermita, la virgen y todo lo relacionado. Incluso sobre quién era el encargado de meterla o sacarla de su ermita en las procesiones o recibirla en la ciudad.
Aunque el patronazgo sobre la ciudad se lo disputó la Virgen de la Salud, la popularidad de la Virgen del Puerto es tal que el Marqués de Vadillo (1646-1729) que ocupó su primer cargo como corregidor de Plasencia y posteriormente lo fue de Salamanca, Jaén, Córdoba, Sevilla y Madrid, llevó consigo a cada una de las ciudades la devoción a la Virgen del Puerto, de tal manera que está enterrado en la ermita de la Virgen del Puerto de Madrid, y ese es el nombre de unas de las principales avenidas de acceso de la capital del reino.
Historia de la Ermita Virgen del Puerto de Plasencia
El Chantre de la Catedral D. Diego de Lobera, fallecido en 1.502, levantó un templo más rico que el primitivo del que no quedan huellas. Los custodios de ese primer templo, los franciscanos, en 1.521 hicieron reparaciones embelleciendo la ermita, que ellos mismos cuidaban. El Papa León X concedió “indulgencia a los que contribuyesen a tan saludable y santo objeto”.
La transformación duró muy poco, porque el obispo D. Diego de de Arce y Reinoso, aprovecho el ambiente creado y demoliendo el templo existente, edificó otro de mayor amplitud y hermosura.
En esta nueva casa permaneció hasta 1720 en que se construyo la actual. En tres años se realizo la magnifica obra que ahora admiramos. Orgullosos de ella lo grabaron en una inscripción de la fachada principal.
Transformaciones menos importantes me han seguido haciendo hasta nuestros días, pero ninguna ha alterado la fisonomía del siglo XVIII.
La fachada principal se ha rematado con un frontón que lleva en su eje un óculo, salvaguardado por los escudos de Plasencia y el de los primeros marqueses de Mirabel. El interior está hermosamente decorado con relieves y zócalos talaveranos.
El altar mayor del Santuario de la Virgen del Puerto tiene un retablo curvado en los dos extremos, tiene tres columnas a cada lado y es de estilo clásico y dorado. Está todo el diseñado para albergar en el centro del mismo a la imagen de la Virgen del Puerto.
La talla de la Virgen del Puerto es una tlal de madera policromada de las denominadas “galactotrofusas” o Vírgenes de la Leche, ya que se encuentra dando de mamar al niño.
Historia de la Ermita Virgen del Puerto de Plasencia
El Chantre de la Catedral D. Diego de Lobera, fallecido en 1.502, levantó un templo más rico que el primitivo del que no quedan huellas. Los custodios de ese primer templo, los franciscanos, en 1.521 hicieron reparaciones embelleciendo la ermita, que ellos mismos cuidaban. El Papa León X concedió “indulgencia a los que contribuyesen a tan saludable y santo objeto”.
La transformación duró muy poco, porque el obispo D. Diego de de Arce y Reinoso, aprovecho el ambiente creado y demoliendo el templo existente, edificó otro de mayor amplitud y hermosura.
En esta nueva casa permaneció hasta 1720 en que se construyo la actual. En tres años se realizo la magnifica obra que ahora admiramos. Orgullosos de ella lo grabaron en una inscripción de la fachada principal.
Transformaciones menos importantes me han seguido haciendo hasta nuestros días, pero ninguna ha alterado la fisonomía del siglo XVIII.
La fachada principal se ha rematado con un frontón que lleva en su eje un óculo, salvaguardado por los escudos de Plasencia y el de los primeros marqueses de Mirabel. El interior está hermosamente decorado con relieves y zócalos talaveranos.
El altar mayor del Santuario de la Virgen del Puerto tiene un retablo curvado en los dos extremos, tiene tres columnas a cada lado y es de estilo clásico y dorado. Está todo el diseñado para albergar en el centro del mismo a la imagen de la Virgen del Puerto.
La talla de la Virgen del Puerto es una tlal de madera policromada de las denominadas “galactotrofusas” o Vírgenes de la Leche, ya que se encuentra dando de mamar al niño.
Imágenes de la Ermita Virgen del Puerto
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