Martes Mayor en Plasencia: Música y mercado medieval

El primer martes de agosto Plasencia recupera una tradición que se remonta mucho tiempo atrás y se convierte en punto de encuentro de vecinos y visitantes. Espectáculos musicales, taurinos, concursos y actividades tradicionales se reúnen en torno al gigante mercado que invade ese día las principales calles de esta ciudad del norte de Cáceres, a orillas del río Jerte.

El Martes Mayor es una celebración marcada como "Fiesta de Interés Turístico Regional". Durante este día se pueden encontrar en la Plaza Mayor, frutas y verduras de las comarcas de la zona, puestos de productos artesanales por todo el casco antiguo y tradicionales concursos de frutas y verduras, tamborileros, artesanía y de balcones y ventanas.

Esta festividad comienza desde el Lunes, el cual se ha ganado el nombre de Lunes Menor. Este día ya se pueden ver las calles engalanadas, y los cerca de 300 puestos de artesanía y de productos de la huerta que ya han comenzado a vender sus artículos por todo el centro.

La programación típica de esta fiesta tan característico es la siguiente:

Lunes Menor: Pasacalles, tamborileros, charangas y animación durante la mañana en el centro para acompañar a las típicas cañas de ese día.
Durante la noche se realiza un concierto gratuito en la Plaza Mayor o Torre Lucia. Este dato ha variado en algunos años.

Martes Mayor: Este día se celebra un certamen de tamborileros y concurso de frutas y verduras, artesanía y balcones. En numerosos puestos se hace artesanía en vivo para el disfrute del público que pasea por el mercado.
Otra de las piezas clave de este día es el mercado Medieval en la Plaza Mayor de Plasencia y calles aledañas. Esta ambiente comercial alrededor de los palacios y casas señoriales del centro medieval placentino consiguen que el ambiente de este día sea realmente único en el año.
Este día también tiene lugar un concierto de un grupo relevante en el panorama musical.

El origen del Martes Mayor en Plasencia tiene varios siglos de historia.
Según la tradición, una vez recogidas las cosechas, los pastores, agricultores, ganaderos, artesanos y mercaderes que habitaban en la comarca se trasladaban hasta Plasencia para vender sus productos y realizar diferentes transacciones comerciales.
Esto sucede desde la fundación de la ciudad de Plasencia en el siglo XII por Alfonso VIII de Castilla. El Fuero de la villa -llamada Ambracía o Ambroz - recoge que los mercaderes quedaban libres de impuestos y gravámenes a excepción del pago del uso del peso.
Salir el martes a la calle con sus productos era obligado para comerciantes. Únicamente los maestros de los frenos (para caballerías) y de las armas debían de comerciar en sus casas.

Posteriores ordenanzas fueron poniendo orden a la presencia de los mercaderes en la Plaza Mayor debido a la gran afluencia de personas llegadas ese día a Plasencia. Tal era la cantidad de gente que hasta las actividades judiciales se detenían para no perjudicar ni distraer en la actividad comercial.
Más adelante los distintos gremios de mercaderes se fueron distribuyendo por todo el centro para facilitar el acceso de ciertos comerciantes que debían acudir con caballerías o comerciaban con productos más voluminosos. Así se explica el nombre que aún conservan algunas calles: Zapatería, Quesos, Vidrieras, etc.